Ya estoy de vuelta. San Francisco me ha gustado mucho, a pesar del tiempo. O quizás con él incluído, pues es una ciudad de contrastes (qué tópico), una mezcla de componentes, algunos de ellos muy singulares, y el clima forma parte de este perfil cambiante; hemos gozado alternadamente de lluvia, niebla y sol, la primera abundante y el tercero escaso, que por lo que tengo entendido ésta suele ser la paleta meteo-cromática habitual de la ciudad.
La belleza natural de la Bahía, incluyendo el famoso puente y el parque del Presidio, y las pintorescas casas victorianas de las incontables colinas han sido mis ingredientes favoritos. Seguidos de cerca por el GG Park y la playa del Pacífico al atardecer. Apunte: creo que viajar en el tranvía tendría que ser deporte nacional. Me huberia pasado los días enteros subiendo y bajando calles montado en esos cable-coches. Finalmente cierran el círculo los piers, muelles y embarcaderos de madera, ávidos anfitriones de agua envolvente que invitan al mar acompañado por las odiosas gaviotas o alguna foca esporádica, y el infalible downtown de edificios desafortunadamente feos pero necesarios para el carácter, flanqueados por numerosas tiendas elegantes.
Momentos chispeantes fueron las vistas desde Twin Peaks y Sausalito. Me cabía una sandía por el culo. Alcatraz también es top5, pues aparte de ser fan acérrimo de la película 'La Roca' y poder murmurar de memoria los diálogos de Mason y Goodspeed corriendo por el patio de las gradas, la visita a las celdas me sobrecogió inesperadamente. Irán cayendo fotos, no patiu. Lástima que aún no tenga ninguna para coronar esta entrada.
En fin, menuda ciudad. Highly recommended. Y a la vez tan distinta a Chicago... no sabría escoger. Son dos ciudadazas, si es que existe eso.